La declaración de la renta: Ya no soy virgen
Y duele…
Cuando me descargué el borrador me vi morir, la declaración me salía a «llorar amargamente» me salía a «bofetón con mano abierta y palmadita en la espalda de ánimo«. Tenía que pagar muchísimo, yo calculo que como para formar un nuevo ministerio con todos sus mangantes ministros, dietas y sobresueldos en B.
Ese fue mi primer encontronazo con Hacienda a mis 29 años. Un susto que pasó una vez hablé con entendidos en la materia que me dijeron que tranquila, que en el borrador no aparecen las deducciones por alquiler de vivienda. Respiré y volví a la vida.
Dediqué la tarde de ayer a modificar mi borrador, recorrer páginas del estado y foros por todo Internet hasta dejarlo bien bonito, intenté que no se me olvidara nada y paseé por celdas como si supiera algo de lo que estaba haciendo.
Unas deducciones de alquiler por aquí, estatales, autonómicas, un poquito de referencia catastral, una pijjjquina de DNI del casero y ¡¡magia!! después del susto inicial, me sale que Hacienda ME PAGA A MÍ.
Flipé mucho, pedí revisión de nuevo a los entendidos y al parecer todo está OK. De hecho, ya lo he validado en modo online, justo al mismo tiempo he empezado unos rezos y puesto velas a 15 santos random para que todo esté bien. Según TVE es lo que hay que hacer frente a cualquier problema.
Al validar el borrador Hacienda te hace un chiste cojonudo que roza el humor negro:
Pues bien, os diré que sé que no he engañado al Estado, todo es legal y los números cuadran, pero me siento como en la puta cola antes de montar en un avión de Ryanair. Sabes que la maleta de mano te entran en la cajita, pero los nervios están: «me la pesarán, y si no tengo todos los papeles, es que en Ryanair van a pillar joder, van a pillar».
No sé si Hacienda va a meter mi declaración en una cajita y me va a a hacer facturar una multa guachi por una paquetada en una celda perdida. Siento miedo.
(A mí también se me ha pegado la mierda de la canción…)