a un smartphone de distancia
Me encantaría ver mi cara mientras hablo contigo ahora, mientras veo como aparece y desaparece el «escribiendo…» en la pantalla. Sé que tengo cara de impaciencia y de «a ver por dónde me sale ahora este«, con mis cejas arrugadas enmarcando una mirada a la que sólo le faltan rayos láser. Sé que podría derretir el whatsapp o derretirte si te tuviera delante.
Y qué más me da lo que me pongas si no me va a convencer, si llevo una tarde gris que al final he conseguido que pegue con lo que llevo puesto… Y no me queda tan mal.
Si yo lo único que quiero es que vengas y que me quites todo: lo que llevo puesto, lo gris y el móvil de la mano.