No sé si servirá para algo, teniendo en cuenta que mi examen de septiembre estaba aprobado y mi nota final fue un 1.

Me armé de valor y rabia y fui a preguntar por tan descabellada nota. Me encontré con un profesor que me sonreía amablemente y que sin perder esa perfecta sonrisa, y sin descolocarse ni lo más mínimo el jersey morado ni la camisa blanca, (((muy a lo maniquí de Massimo Dutti))) me hizo entender que no había podido abrir mi examen, ya que, la parte inicial no estaba hecha. Por eso el gran y taaaannn merecido 1.

Yo con buenas palabras intenté que entendiera que esa parte era sólo una mínima parte de la asignatura y que el resto, es decir, la parte fuerte del examen estaba toda hecha, justo delante de sus narices, lo podía mirar bajando a la carpeta de abajo, simplemente. Además, dejando claro que lo sabía hacer le conté el proceso de mis 5 horas de pensamientos, idas y venidas pensando de otra manera, porque programar es pensar muy raro.

Mi adorado mentor me contestó (sin dejar de sonreír), que él sin la parte inicial no podía saber si estaba el resto bien o mal <<MENTIRA, si eres profesor puedes mirarlo y darte cuenta de que estaba bien>>

El caso es que me presento otra vez.

Aquella mañana salí de su despacho mordiéndome la lengua y fingiendo una sonrisa de niña buena, tenía que contrastar increíblemente con mis ojos dando un aspecto de niña diabólica, porque con los ojos soy incapaz de poder fingir.

Hoy empiezo a estudiar. Que sea lo que Dios quiera