El día que casi evacuo el hotel

Resulta que durante 2 días me alejaron de las habitaciones (qué gusto) y me pusieron a limpiar cosas diferentes. Escogen a dos chicas y lo suelen hacer en las épocas que no hay mucho trabajo.

El primer día limpié ventanas… 8 pisos, 22 habitaciones por planta y una media de 2-3 ventanas por habitación… Multiplicad hijos míos, multiplicad… Resulta que el trabajo era para dos días pero a mí nadie me lo dijo, así que corrí como una loca y limpié todas menos 23 habitaciones, las cuales me quedaron para el segundo día.

Mi supervisora impresionada me dijo que trabajaba rápido y que encima lo había dejado muy bien, así que al segundo día, contenta, me dijo que terminara eso  y que después me pusiera a limpiar todas las planchas para la ropa del hotel (hay una por habitación…)

Resulta que las planchas se limpian calentándolas y dándoles con una vela, la cera caliente cae por el metal y frotando contra una toalla queda eso impecable.

Me dieron mi kit de limpieza de planchas: toallas, vela, un estropajo para las manchas más difíciles y un capuchón para poner en la alarma de incendios antes de empezar para que no detectara el humo.

Entré a la habitación 306, la última que me quedaba para acabar el tercer piso. Puse el plastiquín amarillo en la alarma, saqué la plancha, la encendí y cuando estaba caliente empecé a limpiarla con la cera… resulta que no me di cuenta de que estaba muy cerca de la alarma, la plancha empezó a echar mucho humo porque estaba muy sucia y no hubo plástico amarillo que evitara el desastre…

La alarma se activó. Todo el hotel sonando al ritmo de una sirena que era lo más molesto que había escuchado en mi vida.

Abrí la ventana, desenchufé la plancha, hice repetidos movimientos para que el humo se apartara del detector, soplaba, saltaba con la toalla… A todo esto la alarma seguía sonando.

Llamé a mi supervisora para decirle que había sido mi culpa y comunicaba, no sabía el número de recepción porque nadie me lo había dado y lo único que podía hacer fue salir corriendo en busca de alguien que parara aquel sonido.

A veces salta la alarma, pero suena como medio minuto y se para, nadie se altera y el hotel continúa tan normal, pero en este caso, cuando yo quise bajar a buscar a alguien llevaba sonando más de 2 minutos.

Por el camino hacia la salvación me encontraba con huéspedes que me preguntaban si era necesario salir o no, si estaba todo bien… y yo sólo decía, «No problem, I’m going to check it» como para ponerme a explicar que había sido yo con una plancha y un cirio pascual…

Héctor me dijo que la alarma le pilló en la zona del staff y que como no paraba, todos los que trabajaban en la cocina, los camareros, y algunas housekeepers, estaban preparados para ir saliendo :S

Al final todo se solucionó aunque ya no me dejaron limpiar más planchas… mi supervisora entendió que no fue mi culpa del todo porque puse el capuchón ese, pero que no se podía arriesgar a que sonara otra vez porque si lo hacía el camión de bomberos sale para el hotel y el desplazamiento son 500 libras de nada… Así que me tocó aspirar every single corners de todo el blessed hotel.

Un día diferente, nada más 🙂