El hombre que sale en la fotografía de Abbey Road
Adoro los Beatles, me traen recuerdos de mis etapas pasadas, de mi H perfecta (perfecto), de mis viajes y de un par de noches de no parar de cantar en el Cavern, la primera rodeada de buenos amigos, la segunda con familiares Groupies como yo. Como curiosidad y homenaje personal a los Beatles hoy les dedico mi tarde para hablar de Paul Cole, el hombre que aparece de fondo en la portada del disco de Abbey Road.
El hombre que se llamaba Paul Cole, (fallecido en el 2008 a los 96 años) fue fotografiado por Iain Macmillan ese 8 de agosto del 69, totalmente ajeno al éxito futuro que tendría esa instantánea.
Paul, que era natural de Florida, se encontraba de vacaciones en Londres con su mujer, aburrido de museos decidió pasear mientras ella disfrutaba uno más, «Le dije: Ya ví suficientes museos. Tu entrá, tomate tu tiempo y da una vuelta, yo me quedo viendo que pasa afuera». Y así es como llegó paseando frente a los estudios EMI.
Amante de las buenas charlas, Cole se detuvo frente a una furgoneta de policía y empezó a conversar con el agente, mientras tanto, John, Paul, George y Ringo, junto con su fotógrafo Iain, instalaban una escalera en medio de Abbey Road para ilustrar su último album.
«En una de esas miré para arriba, y ví a estos tipos cruzando la calle como una fila de patos», recordó Cole. «Los llamé ‘un puñado de locos’, porque se veían radicales para la época. En esa época no se caminaba descalzo en Londres». Y es que, eran las 10 de un soleado día londinense y McCartney se quitó los zapatos argumentando que tenía calor. Además, en el último cruce encendió un cigarrillo, el cual fuma con la mano derecha siendo zurdo. Lennon, ofuscado por todo y por nada en esta última etapa Beatle, tocó techo con las salidas de tono de Paul y decidió que esa sexta vez sería la última. 10 minutos tardaron en hacer la foto final.
Entre tanto, Paul Cole quedó inmortalizado, igual que aquel Beetle blanco de la izquierda, el cual, Macmillan y un policía intentaron mover previamente sin éxito.
Un año después, Paul Cole descubrió la portada del álbum en el salón de su casa mientras su mujer trataba de sacar los acordes de «something». Sus hijos tardaron en creerle.
A partir de ese 8 de agosto todo cambió: Paul tenía una historia, el Beetle se salvó de la chatarra (aun sigue de coleccionista en coleccionista), Abbey Road dejó de ser una calle tranquila de barrio, ese paso de cebra se convirtió en el más fotografiado del mundo y por supuesto, los Beatles consiguieron una portada que hoy sigue decorando paredes.
Dejo más fotos de ese día, un bonito recuerdo…