La vez que casi adopto un sumiso

Yo soy muy dada al vacile en el chat, antes más que ahora. Me hace gracia disfrutar de una identidad oculta, sobre todo si al otro lado sabes que hay una persona entregada y al tuyo hay unos amigos tan cabrones como tú. Hoy hablando de todo un poco he recordado algo que, a la gente de Salamanca aun le puede venir bien.

Recordé que una noche con mis compañeros de piso nos metimos en un chat para gente de Salamanca, como he dicho antes, por pura maldad. Dimos con un chico bastante normal juzgando su foto sin cabeza, estudiante de economía, charla más o menos básica de un chat cualquiera… Hasta que, empezó a soltar sus más profundos deseos.

Nosotros movidos por el descojone general le seguimos el rollo. Le mandamos unas fotos de un tuenti elegido totalmente al azar (disculpas a los tres chicos escogidos), dimos nombres falsos y nos presentamos como heteros con alguna tendencia al juego homo. Nada que no esté visto ya.

Nuestro amigo no compartía nuestras tendencias pero nunca se negaría a nada que le propusiéramos porque, como el quiso ser definido, el vendría a casa a ser NUESTRO ESCLAVO.

Le molaba todo, incluso diría que se iba poniendo caliente con nuestas propuestas… «Tenemos una despensa, pero es fría y está en la cocina, si vienen nuestros amigos tendrás que dormir en ella» PERFECTO, «La casa está sucia, si vienes la tienes que limpiar de rodillas» ENCANTADO, «Te insultaríamos y pondríamos en un rincón en el suelo del salón toda la noche» QUÉ MARAVILLA…

Él además nos daba ideas «Podríais usarme para apoyar vuestros pies mientras veis la tele», «Tengo una correa y la podéis usar para pasearme» …

A todo esto nosotros estábamos flipando, ¿Podría haber perversiones de este tipo tan cerca de nosotros? Hicimos coñas sobre lo bien que vendría alguien que limpiara y cocinara en época de exámenes, igual era la clave para aprobar todo.. Pero esta, como todas las bromas, tiene que tener un final. Pensamos que nos estábamos pasando un poco con el chico y sus oscuros deseos así que dimos por concluida nuestra charla con un final no muy feliz para él. Pobre, recuerdo que insistía en conocernos, que le habíamos gustado como AMOS y que haría todo lo que le ordenáramos…

Aun así, no cumplíamos sus requisitos ya que él pedía una casa sólo con chicos, debería pensar que las chicas somos más piadosas con eso de los masoquismos..

Quiero creer que eran otro grupo de estudiantes vacilones como nosotros, pero el hecho de que quisiera que pusieramos la cámara esa noche, repitiera que eso no era coña y que él lo estaba tomando en serio y de querer venir a casa a toda costa, me hace dudar…