Madrid en Zapatillas. El Bar Melo’s
La primera vez que pisamos el Bar Melo’s en Lavapiés fue de la mano de Fernan y Bea. Nos llevaron a este gran bar con intriga, ya que no nos dijeron qué íbamos a comer, sólo que nos preparáramos. Ese fue el principio del fin. Una vez que pruebas las zapatillas del Melo’s no tienes vuelta atrás.
La vez que voy a contar ahora es la segunda, cuando volvimos Héctor y yo el fin de semana que Plasplaseo iba a conquistar la capital. Os voy adelantando que el Melo’s no es un bar para ir de continuo a meterse panzadas, seguro que el cuerpo no tolera demasiadas zapatillas en poco tiempo… Y si no me creéis, seguid leyendo que vienen fotos…
El bar es pequeño: Una barra no muy larga donde la gente se pega por pedir, unas mini barras pequeñas alrededor para que la gente apoye sus consumiciones y al fondo unas cuantas mesas, demasiadas pocas teniendo en cuenta las mareas de gente que va al Melos.
Si no vais con tiempo, rezad un par de Ave Marías al entrar porque sólo un milagro divino os ayudará a encontrar mesa. Nosotros tuvimos suerte la última vez porque poquito a poco fuimos haciéndonos un hueco en la barra, lo justo para poner las bebidas, media zapatilla y 4 croquetas.
¿Qué es la zapatilla del Melo’s y por qué tanto bombo?
Bueno, como vale más una imagen que mil palabras, aquí os dejo una instantánea que tomé de una de las zapatillas que iban saliendo de este adorable bar de Lavapiés. Bueno, y su ración de croquetas de jamón york tamaño XXL. Como podréis ver, este manjar no es para todos los días, más que nada porque creo que acabarías muriendo.
Y ahora, justo cuando estáis salivando os comento qué lleva la Zapatilla. La elaboración es muy sencilla: Dos rebanadas de pan de pueblo a la plancha con un poquitín de aceite. Lacón como para una boda también a la plancha. Cuando el lacón está bien hecho, un pedazo enorme de queso de tetilla encima, luego otra capa de lacón, después otro poco de queso encima, otra capita de lacón, y hala, toda esta montaña al pan calentito. Se deshace por todos los lados que da gusto.
Tengo que comentar que a mí el queso no me gusta, sólo el fundido, rarezas que tiene una. Pero este, como no es fuerte, aunque se vaya enfriando es perfecto.
El precio de la zapatilla es de 11 euros y la media son 6 euros. Las croquetas son un poco caras para mi gusto, ya que están buenas pero no son impresionantes. Al ser de jamón york están demasiado ligeras de sabor. Eso sí, la bechamel de dentro, es casi líquida; crujientes por fuera y finísimas por dentro. Las croquetas las venden por unidad, cada una son 1.60 euros.
También tienen raciones de pimientos del padrón (1 ración 8 eur, media 4’50 eur), no pedimos pero son inmensas. Queso con membrillo, al mismo precio que los pimientos. Empanadillas a 2’50 la unidad, etc.
La idea que teníamos Hec y yo era llevarnos la Zapatilla a casa para cenar, porque esa noche habíamos decidido no salir de fiesta después del haber vivido el día anterior el concierto de Arctic Monkeys, peroooo, al contrario que había leído en algunos blogs, no dan comida para llevar, lo pone en un cartel bien grande, así que nos lo tomamos allí.
Mención especial al camarero, el señor con la memoria más prodigiosa que os podáis encontrar por Madrid. Suma todo de memoria, ya hayas pedido para 2 o para 60, se acuerda de todas las consumiciones y aunque parezca que no se ha enterado de lo que has pedido, porque van a mil por hora en la barra, siempre acabas recibiendo el pedido perfectamente. Un grande.
Bueno, ahora que ya conocéis más sobre el Bar Melos, si os apetece ir que sepáis que está situado en la calle Ave María en el barrio madrileño de Lavapiés, concrétamente aquí:
Sábado 20 horas se puede coger sitio en mesa lateral aunque poco después se llena. Zapatilla lacón y queso, 11 euros. Caña 1,30 euros. Sitio agradable para tomar zapatillas o croquetas mientras charlas.
Fuí hace años. Aún lo añoro!!