Nuestra invitación de boda ¿Cómo la hicimos?
Para nosotros la invitación de la boda no era un papel en el que poner datos de una manera bonita. Todo lo contrario. Queríamos transmitir el espíritu de los dos por separado, de nosotros juntos y transmitir lo que queríamos que fuera nuestro gran día. De ahí que pusiéramos el 100% en ella.
La única manera de condensar toda la información que queríamos dentro de la invitación de la boda era hacer un folleto o revista, así que eso fue lo que hicimos. La presentación se hizo en una caja kraft con una bolsita de confeti dentro para celebrar.
En esta entrada os contamos todo lo referente a la invitación de los Skecter-Inthesky parte por parte.
LOS COLORES Y LOS LOGOS
Una tarde en el salón de casa nos sentamos y decidimos un color cada uno. El MINT es el de Hecter y el AMARILLO mostaza el de Ani. Tuvimos la gran suerte de que juntos quedaban genial y transmitían alegría. Añadimos el gris para terminar la paleta de colores. Ese día también escogimos las tipografías para la invitación.
Si algo nos ha enseñado el que Ani trabaje en marketing es que todo debe tener una coherencia y regirse por una misma línea. Solo así crearemos «imagen de marca» o en este caso «imagen de boda». Al final una boda no deja de ser un evento social por lo que hay que prestar atención a todas estas pequeñas cosas.
Los logos, aunque son idénticos a nosotros, no los hizo Ani por falta de tiempo. Buscando por internet los encontramos y los compramos para poder usarlos sin problemas forever and ever. Cuando los vimos fue como mirarse a un espejo vectorizado, así que una tarea menos que había que hacer para la invitación.
EL DISEÑO DE LA INVITACIÓN
El diseño fue íntegro de Ani y para ello tuvo que dar la turra a mucha gente a su alrededor (sobre todo a Juanma, un jefazo en todo lo artístico). No podemos recordar el número de ideas, pruebas y cambios que se hicieron en la tarjeta hasta llegar a la impresión. Pasamos horas, tardes y fines de semana pegados al ordenador; Ani maquetando y Hecter dando sus ideas. El resultado a día de hoy es un 100% de felicitaciones por una invitación de boda super original, así que todo el esfuerzo mereció muchísimo la pena.
Antes de decidirnos por las flores hubo un tiempo en el que pensamos en hacer la invitación mucho más minimalista. Aunque descartamos algunos diseños porque nos parecían muy de primera comunión o fiesta de cumpleaños, ojo a esa fina línea. Finalmente, ganó uno de los que lleva el zigzag en amarillo. Ganó con peros, porque había una espinita en el corazón de Ani.
Como Ani no se quedaba conforme, siguió investigando… ella, una apasionada de los lunares y el cuquismo, no podía permitirse cambiar sus adorados puntitos por unas rayas por mucho zigzag que tuvieran. Fue entonces cuando empezó a probar cosas nuevas y todo tomó sentido. Flores y lunares, sí j.*#er!!
Las flores las cogimos de bancos online gratuitos y Ani las montó para que tuvieran sentido juntas. Esta portada hizo que todo el trabajo anterior se fuera a la papelera de reciclaje, pero mereció la pena.
Esta fue la portada elegida, digna de cuadro en nuestro salón:
LA IMPRESIÓN Y EL CORTE
Hasta dar con la impresión y seleccionar los papeles, tuvimos que acampar casi literalmente en la copistería. Hicimos pruebas de texturas, papeles, gramajes y colores. Al final, como suele ocurrir con el vestido de novia, llegaron los papeles exactos y todo encajó a la perfección.
En la copistería nos dieron todas las páginas cortadas «a lo bruto«. Y digo esto porque no era una imprenta grande por lo que la maquinaria que tienen es menos fina. La idea que teníamos era coser cada librito y que luego ellos nos los cuadraran, pero no hizo falta. Hecter, cutter en mano y pijama en cuerpo, se dedicó a cortar cada esquina y a dejarlas preciosas.
LA ENCUADERNACIÓN
Tras un día de mudanza el señor Narci, padre de Ani, se encargó de coser una a una cada invitación. Una pasada de trabajo porque fueron más de 100. A mitad de camino, sobre las 13.30, pidió un vermut. Le convencimos de que siguiera mientras se tomaba el pincho. Ana madre fue la encargada de prepararlo para darnos fuerzas. ¡Trabajo en equipo!
LOS DETALLES
La invitación de la boda no iba sola en la caja, iba acompañada de pequeños detalles para los que también necesitamos ayuda familiar. Trini, la madre de Hecter, participó en el corte de las etiquetas de los nombres y Rodri, hermano de Ani, en montar las cajas y rellenar las bolsitas de confeti.
EL MONTAJE
Las cajas las preparamos entre el sofá de casa y el taller de Narci. Venían sin montar así que nos tocó hacer manualidades. También tuvimos algún que otro problema al coger las hojas y colocarlas: algunas que van juntas y al final pones dos, se nos olvidaba uno de los pasos… Pero como habíamos hecho algunas extra, cero problemas. Los pasos siguientes fueron: meter el relleno de papel dentro de la caja y el confeti, meter después la invitación, cerrar con hilo Bakers Twine amarillo y por último añadir el nombre del destinatario y asegurar con el washi tape de lunares. La coherencia hasta en el washi tape, señores.
El resultado de todo es una invitación de la que estamos super orgullosos. Hemos recibido muchísimas felicitaciones por hacer algo tan original y que contara nuestra historia. Además, como pedimos a los invitados que nos mandaran fotos de ellos abriendo la invitación y celebrando con el confeti, tenemos una carpeta llena de fotos y vídeos de esos momentos y nos encanta!!!
Os dejamos la unas fotos donde podéis ver todo mejor. Obviamente hemos borrado los datos personales pero ahí queda la idea por si queréis inspiraros en ella para vuestras invitaciones de boda:
Si pinchas encima se abre más grande
Las cajas kraft y el hilo Baker’s Twine: selfpackaging.es
Confeti: Chino del barrio
Bolsitas para el confeti, washi tape y tiras de papel de colores: Aliexpress