Queridos reyes magos:
Sólo os pido que cuando me despierte ya no estéis en el salón, que dejéis los paquetes sin hacer ruido que sino me sueño y no duermo.
Si puede ser, bebeos todo el agua, el de la bandeja y el del portal para los camellos, bueno, y turrón también os he dejado, de mi preferido, además.
Los zapatos están en la puerta de mi habitación, dejadme algo, pero nada de tocar mi puerta después, prefiero verlo por la mañana.
Si fuera posible, dejad la puerta del salón abierta, me da respeto tener que abrirla y no quiero llamar a mis padres para que se levanten tan pronto, ya sabéis, soy madrugadora este día.
Ya os vi en la cabalgata, creo que os disteis cuenta de que había sido buena, al menos esta última semana, seguro que hay niños que ni eso. Así que, espero que me traigáis todo lo que he pedido en la carta, o al menos parecido. La eché en un buzón de correos que está al lado de mi casa, bueno, en realidad le encargué esa tarea a mi madre, decía que ella me ponía el sello.
Pues esto es todo, recordad lo de la puerta del salón y lo de salir pitando si me estoy levantando. Sois mis reyes queridos pero me dais un miedo atroz.
Esta debería haber sido mi carta de reyes durante años.
Explícame lo del miedo a los reyes magos
Cuando era más pequeña y vivíamos en la casa de «los praos» me dejaban todos los regalos mis padres en la habitación del fondo y cerraban la puerta. Si me levantaba a las 8, estaba hasta las 9 tirando de mis padres para que me acompañaran a abrir la puerta, me daba miedo ((respeto)) que se hubieran despistado y me los encontrara preparando aun. 😀
Jajajaja, mira que eres rara, todos los niños deseaban encontrarse a los reyes, y tu le tienes miedo????