Vuelta a España

Vuelvo a casa y me quedaré hasta abril. Y ya está y esta es la noticia, como dijo un día María Teresa Campos.

PPPpppfff, ahora mismo no debería escribir este post, lo debería hacer en otro momento, no se debe escribir cuando una está rayada, cuando se está por debajo de un límite emocional o cuando se está muy por encima de un límite de mala hostia.

Vuelvo a casa, ilusión, Navidad, familia y turrón. YA… Debería escribir el post cuando en mi cabeza sólo ronden estos conceptos. Como antes. Pero esta noche, además de ampliar la lista de palabras, me he visto con ganas de gritar en silencio por aquí, es muy fácil. O eso creo.

Un día me fui de España por varias razones, no todas buenas. Pensar ahora que tengo que volver a enfrentarme a ellas me produce una congoja y un vacío en el estómago que esta noche no puedo soportar. Hay cosas que siguen igual, otras han cambiado y creo que no voy a saber enfrentarme a ellas, al menos no de una forma adulta y ya voy pidiendo disculpas. Otras las voy a tener que llevar yo sola y no me veo con fuerzas, y así suma y sigue.

Me quedaría aquí, desconectada del mundo, enterándome de lo que quiero y feliz de la vida sin preocupaciones.

De verdad que hoy no puedo conmigo.

Quién me mandará pensar, por qué narices me martirizo yo sola cuando no debería, y casi siempre a la hora de dormir, para joderme el bonito descanso que tenía preparado…

Explotando sin querer, cúmulo de mierda pre vuelta a España. Soy una cobarde. Y NO ME MOLA NADA. Creo que tengo que hablar con Héctor para que me saque de mi cabeza, para que, como siempre ha hecho, me explique por qué pienso esto y por qué no tengo razón y por qué soy más fuerte de lo que creo. Me diría que estando así pienso a lo Tim Burton y eso nunca ayuda y que tengo que enfrentarme a las cosas para ir pasando página, si es lo que de verdad quiero, sólo así se sigue creciendo.

Hay que crecer y cumplir sueños, ¡y tú lo estás haciendo! pasar de la gente, vivir el momento y preocuparse de uno mismo. Adiós a la novia cadáver y vivan los colores, que yo siempre visto con colores. ¡¡QUE NO SE DIGA ANI!! y arriba esa calabaza, lo más alta que pueda, y bien apretada, que no se despeine ni bajando la cabeza a los apuntes.

Ahora mismo me pongo Chuck Berry y bailo y canto con los cascos puestos, bajito, eso sí, que están todos dormidos y una de un bajón puede salir también en silencio.

Hoy no va a ser una noche de ir a dormir con mi sueño de después de llorar, hoy lo voy a vencer y voy a irme sonriendo, vamos que si voy a lograr irme sonriendo.